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Acerca de la Hermandad de San José Artesano
ue preciso esperar a la segunda mitad del siglo XX para que una devoción tan ancha y profunda como la de san José fuese recuperada en nuestra ciudad. Nuevamente el gremio de la carpintería honraba de manera oficial a su santo patrón. De una manera oficial y como respuesta a las instancias de un grupo de empresarios y trabajadores de la madera, el 20 de marzo de 1959, estando vacante la sede cordobesa por fallecimiento de fray Albino González Menéndez Raigada, el vicario capitular declaraba erigida la hermandad de san José Artesano en la parroquia de santo Domingo, aprobando sus estatutos y confirmando la junta provisional de gobierno, constituida así: presidente don Antonio Delgado Rodríguez, secretario don Francisco Muriel Peña, tesorero don Antonio Rafael Palos Ramírez, vice-presidente don Manuel Lara Lara, vice-secretario don José María Lara Ruiz, vice-tesorero don José Antonio López Fernández y consiliario el párroco don Manuel Osuna Torres.
La nueva hermandad eligió como imagen titular la que desde prácticamente la fundación se veneraba en el templo de san Francisco de Paula, anejo al convento de la orden mínima. Todavía bajo la presidencia de don Antonio Delgado se logró que los anuales cultos que la hermandad celebraba en honor de su titular, culminaran con la procesión de la misma por las calles lucentinas.
El fervoroso entusiasmo de algunos miembros de las diferentes juntas de gobierno de la hermandad mantuvo durante años los cultos y el desfile procesional. No obstante, un salto cualitativo, acorde con el desarrollo extraordinario de la industria de la madera en Lucena, se produjo a comienzos de 1986, momento en que la hermandad contaba solamente con dos personas en su junta de gobierno, el presidente don Antonio García Sánchez y don Miguel Hurtado Nieva.
Para proporcionar el nuevo impulso se constituyó una gestora formada por don Antonio García Sánchez, don Miguel Hurtado Nieva, don Bernardo Rodríguez Chicano, don Cristóbal Sánchez Párraga, don Fernando Díaz Torres, don Antonio Morillo Ruiz, don Antonio Hurtado Nieva, don Antonio Jiménez Baena y don José Jiménez Pino. Dispuestos a mantener y ampliar los cultos a san José se acordó celebrar un triduo y una función religiosa solemnes. También se otorgó mediante sorteo entre los hermanos la manijería del paso procesional, honor que correspondió en esta primera ocasión a don José Encabo López.
Una de los primeros retos con que la renovada hermandad se enfrentó fue el deterioro que presentaban las magníficas imágenes de san José y de su Niño. Encomendada sus restauraciones en 1987 a don Justo Romero Fabero, su trabajo se ciñó a obturar las grietas que presentaban las tallas y a reconstruir algunos deterioros de la policromía y de la encarnadura de la imagen. Su traslado desde un altar lateral del lado de la epístola al del crucero del lado opuesto mejoró la posibilidad de admirar una de las más importantes obras artísticas del patrimonio escultórico lucentino.
Encabezada ahora la junta gestora por don José Jiménez Pino, mientras se maduraba el proyecto de elaboración de un nuevo trono para san José, la hermandad continuó en su labor de mejora de enseres, de tal modo que en 1989 se estrenó un dosel, diseñado por don Antonio Nieto del Espino, para acoger la santa imagen en el altar mayor durante la celebración de sus cultos.
En la misa del gallo y en la de navidad, presidió el altar mayor de la parroquia el Niño Jesús de san José, que, al finalizar la celebración fue dado a besar a los fieles. En 1990 se estrenaron las nuevas varas de regir la procesión para los cargos así como las túnicas de los hermanos. Asimismo se remitieron al obispado para su aprobación los nuevos estatutos.
Fruto de los anhelos de la junta y básicamente de la ilusión de don Miguel Jiménez Baena y del magnífico tallista lucentino don José M. Ropero Jiménez, en agosto de 1990 se iniciaron los trabajos para dotar a la imagen de un trono de madera tallada y dorada, diseñado por don Francisco Angulo Servián.
El año de 1991, realizadas por los orfebres lucentinos Hermanos Angulo, estrenó el santo patriarca una bella aureola y el Niño Jesús unas potencias finamente labradas, así como un nuevo vestido bordado por las madres carmelitas descalzas.
El nuevo trono, tallado en madera de pino flandes, obra de don José Ropero con la colaboración de los talleres Tallasur de Torredonjimeno y de don Francisco de Paula Ranchal, fue presentado al pueblo lucentino en el desfile procesional de 1992.
El 21 de febrero de 1993, una vez aprobados los estatutos de la hermandad por la autoridad eclesiástica, se celebró el pertinente acto electoral que hizo recaer el cargo de hermano mayo en la persona que, desde hacía varios años, era el alma y la vida de la hermandad don José Jiménez Pino, quien inmediatamente constituyó una junta de gobierno en la que integró nueva y juvenil savia junto a la veteranía.
La junta acometió de inmediato el dorado del trono, labor que encomendó al afamado artista sevillano don Antonio Díaz Fernández. El mes de marzo de 1994 se verificaba la entrega de espléndido trabajo, magníficamente dorado y policromado en todos sus elementos: canastilla, pedestal y candelería como digno paso procesional para la bella imagen de san José. Sus magníficas tallas doradas se completaron con cuatro cartelas labradas en medio relieve con escenas de la vida del patriarca salidas de las gubias del prestigioso escultor hispalense don Ricardo Rivera, todas flanqueadas por parejas de angelitos. El estreno de tan fastuoso trono logró el más unánime y admirativo aplauso de los lucentinos.
El año 1995 determinó la junta adelantar el desfile procesional de san José al domingo anterior a la celebración del día de la patrona de Lucena María Santísima de Araceli, lo que ha permitido que las fiestas patronales no ensombrezcan de ninguna manera la celebración josefina.
Algunos logros inmediatos de la activa junta de gobierno fueron el estreno de resplandor y las potencias de plata sobredorada para el santo y su niño Jesús; los casquetes de los varales del trono, elaborados en los talleres de Juan Angulo, y la edición de un devocionario con los Dolores y Gozos del glorioso patriarca.
Al año siguiente de 1997, con la hermandad revitalizada por el incremento del número de hermanos, se mejoró la revista portavoz “San José Artesano”, que conocía su décimo número, estrenándose asimismo un nuevo dosel de cultos para la imagen, y una corona para el niño Jesús, obra del prestigioso platero cordobés don Francisco Díaz Roncero.
1998 contó con la correspondiente convocatoria electoral en la que fue reelegido como hermano mayor don José Jiménez Pino. Año memorable de la celebración del cincuentenario de la coronación canónica de María Santísima de Araceli, la procesión de san José fue en esta ocasión extraordinaria, acompañando en uno de sus traslados a la venerada imagen de la patrona, a la que ofreció el emblema de oro representando los dolores y gozos de santo esposo de María. Un ostensorio, una candelería de altar, varas de regir y la colocación de un azulejo con la efigie del titular en la fachada de la parroquia fueron nuevos logros de la hermandad en este año y en el siguiente.
El año 2000 marcó un nuevo hito para la historia de la hermandad con la reorganización de la Asociación Josefina como una delegación de la misma. La añeja institución, ya plenamente integrada realiza una activa labor caritativa y de catequesis.
Como culminación de su segundo mandato como hermano mayor don José Jiménez Pino hizo donación a la hermandad de una aureola para san José y una corona para el Niño, ambas de plata sobredorada y estilo neobarroco. Asimismo se incorporaron al patrimonio de la hermandad un cáliz y un copón cincelados en el taller de Díaz Roncero.
Las nuevas elecciones llevaron a ocupar el cargo de hermano mayor a don Antonio Morillo Ruiz que mantuvo el rumbo de progreso ya marcado para la hermandad. Así, en 2002 en el desfile procesional y obra del citado orfebre Díaz Roncero, se estrenó un lábaro o estandarte de plata cincelada sobre mástil, con la efigie de san José y el emblema de la cofradía entre finos motivos labrados.
Asimismo, con vistas a la ampliación de la hornacina y la posible construcción de un camarín, la imagen del santo titular fue trasladada desde su altar en el brazo del crucero de la epístola al del lado del evangelio. En el orden de los habituales estrenos anuales, la hermandad adquirió un juego de ciriales y cruz procesional de metal cincelado y plateado.
En 2003, bajo la dirección del arquitecto don Manuel Roldán del Valle, se culminaron las obras del camarín que cobija la imagen de san José, proyectándose todo un plan decorativo a base de yeserías o paneles de talla de madera. Asimismo fue adquirido en la calle Juan Blázquez, un local de casi doscientos metros cuadrados, con posibilidad de ampliación, para destinarlo a sede de la hermandad, en el que de inmediato se emprendieron las necesarias obras de acondicionamiento.
Un nuevo proceso electoral que tuvo lugar en 2005 hizo regresar al cargo de hermano mayor a don José Jiménez Pino que debió afrontar el traslado de la imagen titular al templo de la Madre de Dios de los padres franciscanos, a causa de las obras de remodelación y mejora de la parroquia; manteniendo igualmente las obras finales de la sede de la hermandad. Después de tres meses de obras en la parroquia, una vez culminadas éstas, la imagen de san José Artesano fue reintegrada a su templo.
En el aspecto de la atención social, la creación de una sección de Cáritas Diocesana en la parroquia permitió la total adhesión a la misma por parte de la hermandad de san José a través de la asociación josefina, llevando a cabo quincenalmente importantes cantidades de alimentos y ropas, muy especialmente entre la numerosa población inmigrante radicada en Lucena.
En el año 2007 la hermandad impulsó notablemente la conclusión de las obras de la sede, ya dotada de pavimento y zócalo, así como de instalación eléctrica y de aire acondicionado. Se habrá conseguido con ello contar con locales suficientes en los que conservar el archivo y los enseres propios, dignamente y en exposición, ejercer la dirección y administración de la cofradía y propiciar el necesario encuentro entre los hermanos.
Será éste un logro culminado en el presente y extraordinario año de 2008, en coincidencia con la celebración del cincuentenario fundacional de nuestra hermandad, efeméride abierta ya y anunciados sus actos, en el de la presentación del cartel conmemorativo, obra magnífica de doña María Dolores López Cibantos, que estuvo a cargo de don José Rodríguez Delgado.
Así pues, en conmemoración de su medio siglo de vida, a lo largo del año presente nuestra hermandad tiene previsto celebrar los actos siguientes, a los que invitamos a participar a todos los hermanos, colaboradores y devotos:
- El domingo 3 de febrero tendrá lugar en la parroquia de santo Domingo la tradicional Misa del Cofrade y el 23 del mismo mes, el acto de hermanamiento con la cofradía de Nuestra Señora de la Aurora, hecho del que se esperan importantes frutos espirituales.
- El mes de abril estará repleto de actos: desde el merecido homenaje que se tributará el 5 de abril a los manijeros de san José y a los miembros de anteriores juntas de gobierno, hasta la solemnísima procesión de nuestro titular el domingo 23, pasando por la bendición e inauguración de la sede de la hermandad, en la calle Juan Blázquez 12, el día 26 y el triduo solemne que, en su culminación, el día 26, presidirá el Ilmo. y Rvdmo. Sr. D. Juan José Asenjo Pelegrina.
- Asimismo, desde el 31 de mayo al 22 de junio, en el claustro del convento de san Francisco estará abierta una exposición dedicada a san José, con muestras tanto escultóricas como pictóricas conservadas en Lucena del santo patriarca.
- Tras una Solemne Eucaristía, en acción de gracias a celebrar el 28 de diciembre, festividad de la Sagrada Familiaconferencia sobre la figura de san José que tendrá lugar el sábado 27 de septiembre, pondrá el cierre a los actos del cincuentenario la presentación del libro “Historia de la hermandad de san José Artesano” que, elaborada por don Francisco López Salamanca, será presentada el 29 de noviembre.
FRANCISCO LÓPEZ SALAMANCA. Cronista oficial de Lucena, de la Real Academia de Córdoba.