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a dentro del conjunto de actos tradicionales de nuestra hermandad, aunque marcados por el carácter extraordinario al que obligaba la celebración del primer cincuentenario de la hermandad, el jueves 24 de abril a las nueve de la noche dio comienzo la celebración de solemne triduo dedicado a nuestro venerado patriarca y titular. La santa misa fue presidida por el señor vicario episcopal de la Campiña y párroco de san Mateo de Lucena, don Francisco Jesús Orozco Menjíbar.

Al término de la misa y del piadoso ejercicio, la cofradía de María Santísima de la Aurora, tan próxima a la de san José, como sentido homenaje y felicitación con motivo del cincuentenario que se celebraba, por mano de su hermano mayor don Francisco Requerey Ramírez, se hizo entrega de un bello lienzo con la imagen de su titular, la bella imagen de Nuestra Señora de la Aurora, acertadamente pintado por el lucentino D. Jesús Carrasco Guijarro.

El segundo día del ejercicio del triduo, el viernes 25, también a las nueve de la noche, la santa misa estuvo presidida por el vicario general de la diócesis, nuestro recordado don Fernando Cruz-Conde y Suárez de Tangil, actuando en la misma con gran acierto el coro parroquial.

Para finalizar el triduo el sábado 26 a las ocho y media de la tarde, dio comienzo una solemnísima misa de pontifical, presidida por el obispo de Córdoba don Juan José Asenjo Pelegrina.

Este año, de manera especial, la coral del Centro Filarmónico Egabrense,  que viene participando en nuestros cultos solemnes anuales, estuvo maravillosamente acompañada por una escogida orquesta compuesta por miembros del conservatorio de Lucena y dirigida por su director don Víctor Nájera. Cabe señalar que su intervención fue atinadísima, así como la homilía del pastor de la diócesis.